
Estas son las 6 maneras más habituales en que te ponen los cuernos
Martes 28 de Abril de 2015
Ciudad de México 27 de abril del 2015.-Nos podrá gustar más o menos, pero el adulterio está a la orden del día y aunque desde pequeños se nos haya educado con la idea de la existencia de un amor único, verdadero e irrompible, todos tenemos a nuestro alrededor varios casos de parejas en los que se han sucedido las infidelidades por parte de alguno de los miembros e incluso ambos.
Que existan estos casos no tiene por qué significar que todas las relaciones vayan a tener este tipo de comportamientos adúlteros. Y tampoco tiene por qué estar siempre visto como una traición. En estos últimos años ha aumentado el número de adeptos a las relaciones abiertas y el poliamor. Sin embargo, la mayoría de personas siguen entendiendo el amor como cosa de dos, por lo que la búsqueda de pasión fuera de la pareja no se considera una opción beneficiosa a tener en cuenta, aunque a veces se caiga en ella.
Cuando los cuernos aparecen, uno nunca acaba de entender por qué se ha llegado hasta tal situación. Es lógico la inexistencia de entendimiento, pues las relaciones humanas son tremendamente complejas, pero eso no impide que existan determinados patrones de actuación que sirvan para responder algunas de las preguntas que rodean estas actuaciones. El psicólogo Douglas LaBier explica en Psychology Today algunas de las aventuras amorosas fuera de la pareja más comunes.
1. Es solo deseo
Esta es una de las más habituales. Se produce cuando se conoce a una persona con la que se tiene una fuerte atracción física que es recíproca. Antes o después, las chispas saltan, se libera toda esa tensión acumulada y se acaban teniendo esos explosivos encuentros sexuales que tanto se deseaban. Este tipo de aventuras suele estar relacionado solamente con el ámbito sexual, por lo que lo más lógico es que se termine en el momento en el que la pasión se acaba o cuando se descubre que no hay nada más detrás de esta.
2. Se necesita cariño
Cuando una relación es insatisfactoria, el otro miembro no se preocupa ni es cariñoso, es muy posible que se busque una alternativa fuera de la pareja para llenar todas esas carencias o para, directamente, vengarse por la falta de afecto recibido. Esta idea puede provocar, según algunos de los casos estudiados por LaBier, que se acabe teniendo una aventura con la primera persona que muestre un mínimo interés, aunque esta solamente sea en apariencia. En este tipo de situaciones es preferible solucionar los propios traumas antes que intentar algo con otra persona.
3. La aventura sin sexo
¿Solo existen cuernos si se consuma la relación sexual? Existen casos en los que la conexión no conlleva contacto físico, pero es realmente profunda. LaBier pone como ejemplo el de Paul y Linda, que nunca llegaron a consumar su relación por el miedo a romper su relación 'oficial', ni estropear la mutua conexión que tenían. Pese a ello, hablaban continuamente y la relación que tenían iba un paso más allá de lo que puede considerarse amistad.
Fuente/Confidencial
Que existan estos casos no tiene por qué significar que todas las relaciones vayan a tener este tipo de comportamientos adúlteros. Y tampoco tiene por qué estar siempre visto como una traición. En estos últimos años ha aumentado el número de adeptos a las relaciones abiertas y el poliamor. Sin embargo, la mayoría de personas siguen entendiendo el amor como cosa de dos, por lo que la búsqueda de pasión fuera de la pareja no se considera una opción beneficiosa a tener en cuenta, aunque a veces se caiga en ella.
Cuando los cuernos aparecen, uno nunca acaba de entender por qué se ha llegado hasta tal situación. Es lógico la inexistencia de entendimiento, pues las relaciones humanas son tremendamente complejas, pero eso no impide que existan determinados patrones de actuación que sirvan para responder algunas de las preguntas que rodean estas actuaciones. El psicólogo Douglas LaBier explica en Psychology Today algunas de las aventuras amorosas fuera de la pareja más comunes.
1. Es solo deseo
Esta es una de las más habituales. Se produce cuando se conoce a una persona con la que se tiene una fuerte atracción física que es recíproca. Antes o después, las chispas saltan, se libera toda esa tensión acumulada y se acaban teniendo esos explosivos encuentros sexuales que tanto se deseaban. Este tipo de aventuras suele estar relacionado solamente con el ámbito sexual, por lo que lo más lógico es que se termine en el momento en el que la pasión se acaba o cuando se descubre que no hay nada más detrás de esta.
2. Se necesita cariño
Cuando una relación es insatisfactoria, el otro miembro no se preocupa ni es cariñoso, es muy posible que se busque una alternativa fuera de la pareja para llenar todas esas carencias o para, directamente, vengarse por la falta de afecto recibido. Esta idea puede provocar, según algunos de los casos estudiados por LaBier, que se acabe teniendo una aventura con la primera persona que muestre un mínimo interés, aunque esta solamente sea en apariencia. En este tipo de situaciones es preferible solucionar los propios traumas antes que intentar algo con otra persona.
3. La aventura sin sexo
¿Solo existen cuernos si se consuma la relación sexual? Existen casos en los que la conexión no conlleva contacto físico, pero es realmente profunda. LaBier pone como ejemplo el de Paul y Linda, que nunca llegaron a consumar su relación por el miedo a romper su relación 'oficial', ni estropear la mutua conexión que tenían. Pese a ello, hablaban continuamente y la relación que tenían iba un paso más allá de lo que puede considerarse amistad.
Fuente/Confidencial